La fotografía es un puente entre la ciencia y el arte. Aporta a la ciencia lo que más necesita, el sentido estético y a la ciencia la prueba de que nada puede ser imaginado sin su contrapunto en la naturaleza. A través de ella, tanto el artista como el científico pueden encontrar un denominador común en su búsqueda por la síntesis de una mirada moderna en tiempo, espacio y estructura. Podemos escribir nuevos capítulos en un lenguaje visual en el que prosa y poesía no necesiten traducción.
La cámara sólo facilita la toma de la foto. El fotógrafo debe hacer la ofrenda para transformar y trascender la realidad ordinaria. La cuestión está en cómo transformar sin deformar. Debe ganar intensidad en forma y contenido ofreciendo un orden subjetivo de un caos objetivo. Viviendo en una época de continua lucha exponencial por la mecanización del ser humano, la fotografía se ha convertido en otro paradójico ejemplo sobre cómo humanizar, cómo superar esa máquina sobre la que por otro lado somos tan dependientes...la cámara fotográfica...
En cada artista hay un poeta. En cada ser humano hay un elemento erótico. Conocemos, sentimos, creemos. Como seres racionales, somos algo así como el científico unido a su determinación lógica. Como seres sensibles, somos poetas unidos a nuestra inconfesable relación con la intuición. Como creyentes, tan sólo aceptamos nuestras humanas limitaciones. El artista debe expresar esa conjunción de conocimientos, emociones y creencias a través de una unidad de su vida y su trabajo. Uno no puede fotografiar el arte. Tan sólo puede vivir en su concepción única de su propia visión, y en su pulmón de humanidad, vitalidad y comprensión...
No hay ninguna fórmula. Tan sólo el hombre con su conciencia hablando, escribiendo, y cantando en este nuevo lenguaje jeroglífico de luz y tiempo.
Ernst Haas
traducción propia de http://www.ernst-haas.com/philosophy01.html
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