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miércoles, 5 de junio de 2013

Perth + Ceilidh = Ceilidh in Perth

Drunken Sailor by The Irish Rovers on Grooveshark


Ok, la canción que he puesto pertenece al folk inglés, pero ésta me recuerda mucho a Blairadam, ya que la solia cantar trabajando en los huertos...


En esta ocasión traigo un pequeño reportaje sobre un Ceilidh que pude disfrutar en Perth, una ciudad con un minúsculo casco antiguo y con una historia impresionante, tanto que incluso estuvo cerca de convertirse en la capital de Escocia para siempre, si no fuera por el asesinato de James I, que indujo a la reina a huir y coronar al heredero en Edimburgo.

Ciudad además desde donde se extendió el legado de John Knox, quien pronunció su primer sermón en St Jonh's Church. Se dice que es la ciudad más pequeña de Escocia, porque está entre 1 y 2 pulgadas (por supuesto, es broma: a los parques de la ciudad se les llama North Inch and South Inch!), y si la visitáis podríais alojaros en el hotel más antiguo de Escocia, el Salutation Hotel. Una ciudad tranquila, sin complicaciones...hoy día; si queréis más información, internet tenéis...

La noche de mi visita fuí invitado a un Ceilidh, que formaba parte del Perth Festival y en el que tocaban los "Galivanters", lo que viene a traducirse por "los que van de ronda". Fue una sorpresa encontrar gente joven, aunque como esperaba habían muchas más chicas que chicos. No pude disfrutar del baile, ya que pocos días antes tuve un accidente en la rodilla que me dejó lisiado varios días, pero al menos pude disparar unas cuantas foto, y sentir algo de envidia de mi compañero, quien a diferencia de mí, no quería pero sí podía bailar! Bueno, como pasa en estos casos, el que no quieras no importa nada!









La música resultó ser lo que me esperaba, un folk sencillo y "bailable" con algunas canciones emocionantes y algún solista nostálgico que cantó "Every River" de Runrig y "Caledonia", ambas las canté con él, por supuesto...

La ceremonia se os acabó de improviso, ya que tuvimos que salir disparados de ella al darnos cuenta que íbamos a tener que correr si queríamos coger el autobús, yo para Kelty y el compadre para Dundee; yo llegué por los pelos, corriendo con una pierna por las calles adoquinadas, y Brett aunque tuvo que esperar, llegó a su destino -por medio pelo-.

Así que volviendo de noche en el autobús, me prometí saliendo de Perth que encontraría otro Ceilidh y me vengaría de esa noche de silla...


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